Mujer
Estoy sólo, nunca he comprendido a las mujeres.
El Hombre se ha convertido en “El Ceniciento” del nuevo mundo y me explicaré.
La relación actual entre el hijo y su padre ha perdido todo sentido, en nuestra civilización Occidental, el padre no enseña a su hijo, a cazar, ni el oficio o trabajo que desarrolla y que el realizará algún día.
El hijo entra en un proceso de socialización en el que el Padre tiene muy poca actividad, va a la escuela, realiza los estudios, termina una carrera, o bien una vez terminados los estudios básicos busca un trabajo, que en la mayor parte de los casos nada tiene que ver con el trabajo desarrollado por el Padre. La sintonía padre e hijo se reduce a las más mínima expresión en muchos casos podemos hablar de nula.
Trabajamos en un mundo artificial, nuestro espíritu cazador se ha transformado en cambiar unas habilidades adquiridas artificialmente, en el contexto de una sociedad, por dinero, que nos permite el comer, vestir y disponer de una cueva o casa como nuestros ancestros.
La diferencia está en que ellos compartían sus conocimientos naturales. Ahora los hombres vagamos sin rumbo y sin defensa frente al medio.
Respecto a las mujeres no sabemos nada de nada.
Estoy sólo, nunca he comprendido a las mujeres.
El Hombre se ha convertido en “El Ceniciento” del nuevo mundo y me explicaré.
La relación actual entre el hijo y su padre ha perdido todo sentido, en nuestra civilización Occidental, el padre no enseña a su hijo, a cazar, ni el oficio o trabajo que desarrolla y que el realizará algún día.
El hijo entra en un proceso de socialización en el que el Padre tiene muy poca actividad, va a la escuela, realiza los estudios, termina una carrera, o bien una vez terminados los estudios básicos busca un trabajo, que en la mayor parte de los casos nada tiene que ver con el trabajo desarrollado por el Padre. La sintonía padre e hijo se reduce a las más mínima expresión en muchos casos podemos hablar de nula.
Trabajamos en un mundo artificial, nuestro espíritu cazador se ha transformado en cambiar unas habilidades adquiridas artificialmente, en el contexto de una sociedad, por dinero, que nos permite el comer, vestir y disponer de una cueva o casa como nuestros ancestros.
La diferencia está en que ellos compartían sus conocimientos naturales. Ahora los hombres vagamos sin rumbo y sin defensa frente al medio.
Respecto a las mujeres no sabemos nada de nada.
Continuara. Ser felices
No hay comentarios:
Publicar un comentario